La Costa Blanca, situada en la provincia de Alicante en el este de España, es un destino que encapsula la esencia del Mediterráneo con su impresionante mezcla de playas vírgenes, calas escondidas, y pueblos pintorescos cargados de historia y cultura. Este tramo de costa es famoso no solo por su clima idílico, que garantiza más de 300 días de sol al año, sino también por su diversidad paisajística que va desde extensas playas de arena blanca hasta acantilados imponentes que ofrecen vistas panorámicas al mar. Cada playa de la Costa Blanca tiene su propia personalidad, desde las vibrantes y animadas playas urbanas hasta tranquilas calas rodeadas de naturaleza pura, lo que permite a cada visitante encontrar su rincón perfecto para relajarse, practicar deportes acuáticos o simplemente disfrutar de la belleza del entorno.
Explorar la Costa Blanca es embarcarse en un viaje que satisface todos los sentidos. Aquí, la rica herencia cultural de la región se manifiesta en sus festivales coloridos, su exquisita gastronomía mediterránea y sus monumentos históricos que cuentan historias de civilizaciones pasadas. Desde las tranquilas aguas de Cala Granadella en Jávea hasta el bullicio de la Playa de Levante en Benidorm, pasando por el encanto rústico de las playas de Guardamar del Segura, la Costa Blanca ofrece una experiencia inolvidable para los amantes de la playa, la historia y la cultura. Este destino no solo es un paraíso para los que buscan el sol y el mar, sino también un lugar donde la aventura y el descubrimiento esperan a cada paso, haciendo de cada visita una oportunidad única para crear recuerdos que durarán toda la vida.
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1. Playa de Levante, Benidorm
La Playa de Levante en Benidorm es sinónimo de sol y diversión. Esta extensa franja de arena dorada es famosa por su animado paseo marítimo, repleto de bares, restaurantes y tiendas. Gracias a sus aguas tranquilas y limpias, es ideal para familias y turistas que buscan disfrutar del Mediterráneo. La playa ofrece numerosas actividades acuáticas, desde esquí acuático hasta paravelismo, convirtiéndola en el corazón de la vida diurna y nocturna de Benidorm.
2. Cala Granadella, Jávea
Cala Granadella en Jávea es una pequeña joya de la Costa Blanca. Rodeada de altos acantilados y bosques de pinos, esta cala de aguas cristalinas y turquesas es perfecta para el buceo y el snorkel. Su ambiente tranquilo y la belleza natural la hacen ideal para quienes buscan escapar de las playas más concurridas. A pesar de su tamaño, Cala Granadella ofrece servicios como alquiler de kayaks y lanchas, y cuenta con un par de restaurantes donde saborear la gastronomía local.
3. Playa de San Juan, Alicante
La Playa de San Juan, ubicada al norte de Alicante, es una de las más largas y populares de la Costa Blanca. Con más de 7 kilómetros de fina arena blanca, es ampliamente reconocida por su calidad y servicios. La playa está dotada de áreas deportivas, zonas de juegos para niños y una amplia oferta de restaurantes y chiringuitos. Su paseo marítimo es ideal para caminar, correr o simplemente disfrutar de la brisa marina al atardecer.
4. Playa del Portet, Moraira
La Playa del Portet es una encantadora y pequeña bahía cerca de Moraira, con forma de concha y aguas tranquilas y poco profundas. Es perfecta para familias y para la práctica de deportes acuáticos como el paddle surf. La playa ofrece una mezcla idílica de arena fina y rocas, con un entorno natural impresionante. Los visitantes pueden disfrutar de vistas espectaculares del Peñón de Ifach mientras se relajan en este tranquilo rincón del Mediterráneo.
5. Playa de la Fossa, Calpe
La Playa de la Fossa en Calpe es conocida por sus impresionantes vistas al Peñón de Ifach, el símbolo de la Costa Blanca. Esta amplia playa de arena dorada cuenta con aguas cristalinas y calmadas, ideales para el baño y el snorkel. La playa está flanqueada por un animado paseo marítimo que ofrece una gran variedad de opciones gastronómicas y de ocio. Además, es fácil encontrar alquiler de hamacas y sombrillas, lo que garantiza una cómoda estancia bajo el sol.
6. Playa de Arenales del Sol, Elche
La Playa de Arenales del Sol, situada en Elche, es conocida por sus extensos bancos de arena fina y sus dunas naturales. Es una de las playas más largas de la Costa Blanca, ofreciendo un ambiente tranquilo incluso en pleno verano. Sus aguas cristalinas y poco profundas la hacen segura para el baño de niños. La playa es también un punto de encuentro para aficionados al kitesurf y windsurf, gracias a las excelentes condiciones de viento.
7. Cala Ambolo, Jávea
Cala Ambolo en Jávea es una pequeña cala nudista conocida por su impresionante belleza natural y sus aguas transparentes. Rodeada de acantilados y vegetación, ofrece un ambiente íntimo y tranquilo para los amantes de la naturaleza y la privacidad. Es importante tener en cuenta que no cuenta con servicios y el acceso puede ser complicado, pero su paisaje idílico compensa con creces el esfuerzo.
8. Playa de Guardamar, Guardamar del Segura
La Playa de Guardamar, en Guardamar del Segura, destaca por su extenso bosque de pinos que llega hasta la misma arena. Esta característica única proporciona áreas de sombra natural, algo inusual en las playas del Mediterráneo. La playa se extiende por kilómetros, ofreciendo zonas tranquilas y otras más animadas con todo tipo de servicios. Es ideal para largos paseos a la orilla del mar y para disfrutar de un entorno natural bien conservado.
9. Playa de Albir, Alfaz del Pi
La Playa de Albir ofrece una mezcla perfecta de comodidad y belleza natural, con vistas a la Sierra Helada y al pintoresco faro. Aunque su arena es más gruesa y mezclada con guijarros, la calidad de sus aguas y los servicios disponibles la convierten en una opción favorita para muchos. La playa cuenta con un paseo marítimo repleto de tiendas, restaurantes y cafeterías, ideal para disfrutar de una comida con vistas al mar.
10. Playa de Las Marinas, Dénia
La Playa de Las Marinas en Dénia es conocida por su extensión y su suave arena dorada. Esta playa familiar ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo áreas de juegos para niños, deportes acuáticos y accesibilidad para personas con movilidad reducida. El agua es poco profunda y tranquila, lo que la hace ideal para el baño seguro. Además, su larga distancia permite encontrar fácilmente un lugar tranquilo incluso en los meses de verano.
11. Cala Moraig, Benitatxell
Cala Moraig, ubicada en el municipio de Benitatxell, es una de las joyas ocultas de la Costa Blanca. Esta cala impresiona con sus aguas azul turquesa y su entorno de impresionantes acantilados. Además de ser un paraíso para los buceadores y amantes del snorkel, la cala es famosa por la “Cova dels Arcs”, una cueva natural que se ha convertido en un símbolo icónico de la cala. El acceso puede ser un poco complicado, lo que preserva su encanto natural y tranquilidad, ofreciendo una experiencia de playa única y relativamente privada.
12. Playa de Roda, Roda de Bará
La Playa de Roda, en Roda de Bará, es conocida por su ambiente tranquilo y sus vistas impresionantes del arco romano, un monumento histórico que se encuentra a poca distancia. Esta playa de arena fina y dorada es ideal para familias y visitantes que buscan un día de relax junto al mar, sin las multitudes de los destinos más turísticos. Sus aguas claras y poco profundas la hacen segura para el baño, y el paseo marítimo cercano ofrece una variedad de opciones gastronómicas.
