A lo largo de la costa española nos vamos encontrando con todo tipo de parajes variopintos y con encantos singulares, una riqueza natural y paisajística interminable que sin duda es uno de los grandes estandartes del turismo nacional.
Entre los lugares más insólitos y fascinantes de la costa de Huelva y de todo el litoral peninsular nos encontramos con el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina, un complejo de ríos y desembocaduras, marismas, salinas, bosques y recovecos donde la tierra andaluza se funde con el Océano Atlántico creando un entorno sensacional que sin duda debes conocer en tus vacaciones y escapadas en Huelva.
El encanto único de las Marismas de Isla Cristina: Turismo y naturaleza en paisajes insólitos
Las Marismas de Isla Cristina se sitúan en la Costa de la Luz de Huelva, muy cerca de la frontera con el Algarve de Portugal, teniendo como punto de referencia la desembocadura del río Carreras, y que abarca un área natural de gran atractivo ecológico y turístico que se adentra en los términos municipales de Isla Cristina y Ayamonte. Este entorno fue declarado Paraje Natural en el 89, y combina espacios prácticamente vírgenes con otros dedicados especialmente a la acuicultura y a la desalinización del agua marina, conservando un ecosistema rebosante de vida donde las aves son una de las mayores atracciones para los amantes de la ornitología y también para los que, sin tener mucha idea, alucinamos con algunas de las especies tan llamativas que viven allí todo el año o que van y vienen en las épocas de migración. Pero si hay algo que destaca a nivel paisajístico y que deja atónito a todo el que lo vive en primera persona son los amaneceres y atardeceres en las Marismas de Isla Cristina, donde la luz, el agua y la tierra se confunden y se disuelven en gamas de colores y reflejos que te dejan boquiabierto. Sencillamente impresionante.
¿Qué visitar en una escapada a las playas y Marismas de Isla Cristina?
Sin duda el principal atractivo de la zona para los turistas en general que viajan a Isla Cristina de escapada de fin de semana o de veraneo en periodo vacacional son sus playas, que juntas conforman uno de los complejos litorales de arena, naturaleza y agua más extensos y sensacionales de la costa andaluza y española. Caben destacar la Playa de La Redondela, con más de un kilómetro de longitud y 70 metros de ancha cuya fina arena separa el hermoso bosque de pinos y las aguas del atlántico; la Playa de Punta Caimán y la Isla Gaviotas, con una copletísima oferta de servicios para el veraneo, la Playa de Islantilla, famosa por su alta calidad y la amplitud de su blanco arenal, la Playa Caminito Santana, muy familiar y con acceso a través del bosque, y la Playa de El Cantil, también muy familiar y al resguardo de la Ría Carreras. En la misma localidad de Isla Cristina también está la Playa Central, también conocida como Playa del Berdigón, donde se concentran gran parte de los servicios turísticos de la localidad y la zona más viva del paseo marítimo. Además, dirección a La Antilla también encontramos playas tan sensacionales como la de El Hoyo y La Casita Azul, perfectas para ir en familia. Esta línea de playas de la Costa de la Luz también tiene características en común muy interesantes para los que viajamos de fin de semana o de vacaciones, como su entorno natural de bosques, arenales y aguas cristalinas; o los innumerables chiringuitos y servicios de todo tipo dentro de un marco generalizado de respeto por el medio ambiente y la baja saturación de muchas de las zonas gracias a la amplitud de los arenales.
Pero mirando hacia el interior las Marismas de Isla Cristina albergan lugares que no podemos dejar de conocer, que hacen verdaderamente especial a este entorno natural. El Paraje Natural Marismas de Isla Cristina se compone de diferentes zonas cada una con sus propios atractivos, empezando por el complejo de humedales de la Marisma del Carreras, la Marisma del Prado y la Marisma del Caño del Puntal; donde la tierra y el mar se abrazan creando un entorno insólito. Las Salinas de los Pérez, El Moral, El Tamijar, la Punta del Robalito y el Salón de Santa Gadea completan este festival de agua, tierra y sal creando lugares insólitos con un atractivo único.